Tras la última entrevista en el Episodio 2 de Buscando Musas donde hablamos con Juan Carlos Quintana, fotógrafo, arquitecto y profesor sobre los espacios y su influencia en nuestra percepción.
En el episodio hablamos de conceptos algo complejos que puede que se pasasen por alto en el podcast, en este artículo os traigo ese concepto principal del “Ma” japonés y os introduzco además otros dos conceptos sobre el espacio y su influencia que forman parte intrínseca de la cultura japonesa pero para los occidentales pueden no ser tan evidentes.
El ma es un concepto japonés que está muy integrado en su cultura, forma tanta parte de la vida diaria que posee su propio ideograma (間) para una persona occidental puede que este concepto no esté tan claro, para los españoles, por ejemplo, no existe traducción directa, el término más cercano sería “entre” y se refiere a “el espacio entre cosas que existen una junto a la otra” es un concepto muy amplio y puede relacionarse con varios contextos, como por ejemplo el mental, temporal o espacial, existe entre personas, momentos, espacios. Puede entenderse como un espacio vacío lleno de sensaciones, se presenta en el arte, la arquitectura y otras muchas representaciones artísticas.
Un modo perfecto de entenderlo es ver este vídeo de Arata Isozaki, teórico y arquitecto japonés. En el vídeo Isozaki explica el concepto del Ma respecto al espacio tiempo entre las cosas, usándolo para justificar cada decisión dentro de sus proyectos.
Arata Isozaki — TIME SPACE EXISTENCE from PLANE—SITE on Vimeo.
La casa Japonesa se forma mediante la adición de mas (ya sean éstos mentales, espaciales o temporales), comenzando por el exterior, el “engawa”, hasta la siguiente sucesión de piezas del interior de la casa, cada una de ellas en relación con la siguiente y con el exterior.
Esto introduce el segundo concepto japonés del “engawa” (縁側) que es la denominación de una pasarela de madera que se conecta con las ventanas y puertas corredizas en los cuartos de las casas tradicionales japonesas. Sin embargo también da nombre a un concepto más amplio sobre el espacio.
El engawa es un espacio semicubierto de la vivienda que viene definido por dos planos horizontales (la pasarela y la cubierta de madera) que rodean a la casa formando un espacio de continuidad entre el interior y el exterior, el alero se extiende hacia el jardín formando una sombra continua en toda la fachada, esto minimiza el límite percibido entre la vivienda y la naturaleza que la rodea y crea un umbral espiritual en el que se encuentran los materiales, espacios y personas. El engawa es el lugar que simboliza la unión del hombre con la naturaleza. En este espacio las personas disfrutan de la conexión con el entorno y pueden disfrutar de la meditación y del “Saikoo”(光).
Introduciendo nuestro concepto final del Saikoo (光) como “la magia de la luz”. Este término japonés significa literalmente: luz de verano. Brillo exterior que ilumina el interior. Es una de las cerca de ciento ochenta concepciones de la luz que tienen los japoneses. En el país del sol naciente siempre ha sido muy importante el control de la luz.
Mediante el uso del engawa y la arquitectura general de las viviendas y sus materiales los japoneses tradicionalmente crean una transición entre el exterior hacia el interior de la casa. Se filtra la luz mediante unos paneles de papel de arroz llamados “shojis” Éstos sirven de juego de luces y diluyen la luz creando espacios interiores en los que la zona más alejada de la luz era la más privada, los japoneses medían la privacidad por el número de shojis que tenían que atravesar para llegar a una sala.
Existen muchos tipos y variaciones del shoji, cada uno con su nombre, introducen la luz con efectos diferentes transformando el espacio de una forma muy delicada. Algunos también poseían asociaciones con momentos del año como el Yumishouji que significa “panel para ver la nieve” el cual tenía un agujero para observar el paisaje evitando la vista de objetos o elementos innecesarios.
Si tenemos en cuenta estos tres conceptos que nos traen los japoneses desde su milenaria tradición arquitectónica podemos replantearnos nuestra percepción de los espacios, la luz y las sensaciones que percibimos de cada uno de ellos, logrando por lo tanto establecer una comunicación con nuestro entorno y tomándolo como inspiración en nuestros diseños.